RSS

Muchas emociones y lecciones en poco tiempo

Este fin de semana que pasó, desde el miércoles a decir verdad, ha sido de muchas emociones. Comenzó con muchísimo estrés por aquél proyecto que por fin ví materializado: El seminario "Líderes Hoy 2011" por el que ya he trabajado tanto durante años. apesar deque no fue como lo había soñado, no quitó el encanto que tiene cada año.
Había estado muy estresada. Entre saber que no iría a la escuela a la primera vuelta de ciertos finales, hasta el saber que habían muchísimas cosas que faltaba y que nada más no veía el tiempo en que estuvieran listas. Detalles que faltaban pero que al final hacen el evento. Personas que te dicen que sí estarán pero nada más no ves que estén. Ahí junto a mi estuvieron mi familia y amigos, soportando mi estrés y lo mandona que me vuelvo cuando entro en pánico. Amigos que yo sé que nada que ver con todo esto pero fueron a apoyarme y a ver de que se trataba todo esto de lo que siempre hablo o por lo que contínuamente les cancelaba alguna salida por ir a mis juntas.

Otra de las emociones fue alegría, al final al ver el proyecto materializado. Los niños ahí, los papás, invitados especiales, la inauguración, el discurso, los equipos conociéndose, después las conferencias, los juegos, escuchar canciones nuevas y únicas que surgen cada año: las porras, verlos sufrir en el rally, darles de comer después de una larga conferencia y hasta regañar a unos cuantos, hacer que las cosas salieran pasara lo que pasara. Al final, en la fiesta de clausura, momento en el que todos nos ponemos a bailar y gritamos y brincamos (si no pregúntenle a mis pantorrillas que a dos días me duelen horrible por brincar como entashada durante 2 horas)es el momento en el que sentí el " ¡Lo logramos!" de verdad lo hicimos. Muchas gente me felicitó, por ser la presidenta y haber hecho esto, la verdad es que la felicitación va para todos, pues el seminario en su organización y en su realización no hubiera sido lo mismo si hubiera faltado aunque fuere una persona la qu faltaba. A pesar de que es posible que algunas personas no las conozca bien, no sean mucho de mi agrado, no dejan de ser parte de SELIDER y estoy segura que algo hicieron para que todo esto saliera y estoy segura que dejó huella en cada uno de nosotros.

Aunado a la alegría que sentí, también hubo algo de tristeza, me dió tristeza haber renegado un poco de las personas y situaciones previas y durante SELIDER, (suelo ser muy quejumbrosa y después estar contenta por lo mismo por lo que me quejaba) y fue precisamente cuando tuve el encontronazo sobre la alegría que me producía el haber estado allí y haberlo hecho contra todo lo que me había quejado. Esto me hizo ver que esa es la relación con una familia. Aveces no estamos muy contentos de estar ahí, renegamos de nuestros papás por ejemplo, pero cuando nos ponemos a reflexionar vemos que en verdad los amamos mucho, siempre estarán ahí; aveces, a nuestros ojos, harán las cosas más difíciles, aveces las harán más fáciles, pero siempre estarán ahí. Eso lo sentí mucho al final y se lo conté algunas personas para dejarlo ir y poder disfrutarlo.
También me hizo sentir triste ver que las personas cambian, y que aunque es evidente que nunca acabamos de conocer a las personas, hay cosas que no esperamos de ellas. Cosas que lastiman muchísimo. Me siento un poco mal por la confianza lastimada, esa que nunca regresa. Nimodo, hay personas que vemos una vez, otras que pasan y nos enseñan algo un par de meses o años y otras que se quedan toda la vida.

También me dí cuenta este fin de semana que hay veces en que esperamos mucho de la gente, y aunque nosotros hagamos nuestra parte o algo más, si las personas no quieren hacer algo definitivamente no lo harán. Es algo que me cuesta muchísimo trabajo madurar y ver que encapricharme como suelo hacerlo es de las cosas que más me lastiman. Creo que navego con bandera de meet me halfway pero ya es hora de llegar al "let go".

En fin, no dejo de aprender. Gracias a todos lo que me enseñan lo más mínimo día a día.

Dejar pasar las cosas...

Este fin de semana se supone se iban a llevar a cabo cosas,es decir habían planes específicos e inamovibles, por factores como personas que venían de visita de otra ciudad (genial que @cegerman y @ari_rocker nos visitaran en el DF), conciertos que evidentemente no se pueden posponer, entre otros. Sin embargo, a pesar de haber estado pensando tanto en cómo seria este fin de semana al fabricar escenarios ninguno contemplaba qué sucedería si no pasaba tal o cual cosa. Los escenarios sólo decían cómo iba a ser porque cada uno de los eventos proyectados en mi cabeza IBAN a ser. Cuando en realidad fueron pasando las cosas de modos muy distintos a los estipulados inconscientemente en mi cabeza o simplemente no pasaron me entró una frustración indescriptible. Toda esta semana fue de contínuos #EPICfail. Desde el miércoles pasado en que era el concierto de Empire of the Sun al que no fui porque era necesario revisión en el hospital por el choque de hace dos semanas y salimos tarde, como el viernes en el planeado cumpleaños de mi hermano que tampoco sucedió, hasta la falta de boleto para el tan esperado concierto de Two Door Cinema Club. A este último estaba segura que iría y que sería especial a pesar de no haberme preocupado en demasía por mi boleto para entrar. Al final ni en reventa pudimos conseguirlo y ¿Qué creen? ¡No entramos! Me aferré a quedarme al escuchar la primera canción que tocaron, justo en ese momento un grupo de alrededor de 7 fans frustrados que tampoco lograron entrar, y a quienes también se les retorció la tripa al escuchar la primera canción, decidimos caminar hacia algún pub en masaryk en el que pudiéramos por lo menos sentarnos a platicar y pasar un buen rato. Caminamos y caminamos hasta que llegamos al lugar. Platicamos, nos conocimos y tratamos de dejar atrás aquello que nos había unido. Sin embargo, mis tripas seguían con nudos que se apretaban cada vez más... A pesar de que tanto esa noche como el fin de semana terminaron muy agusto producto de la buena compañía y el arte de lo que un amigo llama impromptu (que parece ser mi estilo de vida desde hace ya unos años) una de las personas que conocí en plena frustración con todo mi aferre a quedarme afuera del concierto puso una frase en Facebook que me sigue dando vueltas: "cuando dejas pasar las cosas, las cosas pasan". 

Necesito dejar de ser tan caprichosa, ver que no todo puede ser siempre como lo planeé o como yo quiero, pues siempre hay variables que no puedo controlar y mucho menos influir. Y esa es la vida, hacer algo con lo que tenemos y algo que sea bueno. 

Justo ahora estoy aferrada a situaciones que quiero que se den, así como a que personas hagan lo que yo quiero. Lamentablemente, como es posible que suceda también es 50% probable que no suceda... pues no depende de mi.
El asunto aquí será: ¿Voy a dejar que pasen las cosas? Si no pasan ¿Voy a reaccionar lo mejor posible?

I'm going to work on it, i promise :)

Vacatio


Debido a que nos chocaron el martes por la noche saliendo de la universidad, y a pesar de que a mi parecer no fue para tanto, por las lesiones que tuve fui obligada a estar en reposo alrededor de veinte días. Mi primera reacción fue: "por supuesto que no fue para tanto, así que obvio voy a ir a los conciertos que tenía planeados, voy a disfrutar el puente y voy a seguir con todas mis actividades..." Ajá... ¡El dolor no me lo permitió! Por lo que en verdad tuve que descansar.

Al principio estaba como león enjaulado, literal. Daba vueltas en mi casa, estaba MUY de malas con los de mi alrededor, los mártires de mi mamá y mi hermano, y me sentía "presionada" por lo que "tenía" que hacer y no estaba haciendo y hasta un poco "perdedora" por los lugares a los que no podría ir. Además ¡se venía el puente! ¿cómo iba a estar sin mis compromisos sociales y vacaciones?

No hubo de otra. Pasé el miércoles en cama, de malas, ni siquiera disfrutando las películas que ví, aunque una amiga me raptó por un helado que de todos modos no me distrajo mucho. Llegó el jueves, fui a la escuela, sólo a algunas clases a las que no podía faltar, pero en cuanto pude me fui porque en verdad el dolor me hizo regresarme a casa. El viernes descansé pero un amigo me raptó para ir al euro jazz en CNA, sabía que eso significaba caminar mucho, muuuucho pasto, tierra y gente. Sin embargo, aunque por un ladoquería ir para platicar con mi amigo a quien no había podido ver, me pareció una oportunidad perfecta para escaparme del impuesto reposo. Así que acepté el rapto. Gracias a eso en la noche no me aguantaba la espalda...

Para el sábado estaba sobre la mesa la propuesta de irme con amigos a pueblear a algún lugar: tepoztlán, cuernavaca o lo que fuera. Un poco sobre la línea de "hay que salir de aquí para vacacionar, romper con la rutina, aprovechar el puente" y todos esos motivos que se suelen dar para este tipo de momentos que llamamos vacaciones. Segura estaba de irme a la aventura. Según yo si me medicaba lo suficiente ni iba a pensar en el dolor. Ajá... ¡oh sorpresa! Amanecí y no sólo no quería moverme de mi cama por el ya tan choteado (en este post) dolor de espalda, sino que además tenía diarrea. #PFFF Cuando me hablaron mis amigos pensé: "demasiadas señales negativas como para lanzarme a la aventura por mis pantalones". De un tiempo para acá ya me detengo a pensar antes de hacer cosas pues, muy a la mala he aprendido que no se deben forzar las cosas, hay momentos en que es no y punto. Por lo que evidentemente no fui. Y como era de esperarse: me puse aún de peor humor.

Sin embargo, el sábado fue transcurriendo conmigo en mi camita, junto a mi perro, viendo How I Met Your Mother (mi nuevo trauma en DVD). Comí en casa, con mi familia, platicando, pasando tiempo juntos. Y empecé a sentir delicioso como no tenía que correr a ningún lugar por alguna junta, café con amigos, fiesta, concierto o cualesquier compromiso que suelo tener. El domingo me levanté igual relajada, sin correr, sin "tener que" hacer algo. Por la tarde uno de mis mejores amigos propuso ir al cine. Se dió la función perfecta para llegar, la pasamos muy agusto. Regresé a casa sin presiones.

Llegó el lunes con el que terminaría el puente y tampoco me preocupé por levantarme y llevar a cabo alguna cosa agendada. Desayuné delicioso con mi mamá, platicamos, reimos en pijama hasta la hora de la comida. Le propuse a una de mis tías que comiéramos en su casa y se extraño de que "tuviera tiempo" pero gustosa aceptó. Estuvo rico el tiempo en familia.

¿a qué va este gran relato que parece mi diario después del choque? A que descubrí el verdadero significado de las vacaciones.
Y no sólo aquél que dice que "deriva del latin vacans, participio del verbo vacare: estar libre o desocupado", o pensar que son vacaciones sólo no estar en la escuela o el trabajo.

Descubrí que las vacaciones son verdaderamente salir de la rutina. Mi rutina no es a qué hora me levanto, llego a la escuela o a la oficina. Mi rutina es un pasármela corriendo no sólo por la universidad, el trabajo o alguno de los proyectos como SELIDER y el PFLSR, sino por pasármela haciendo lo que quiero: ir a la cenita en no sé dónde, el cumpleaños de fulanito, el concierto, la fiesta, la aventura en tepoz, et-cé-te-ra. Esa es mi rutina, hacer todo lo que quiero y no darme tiempo de terminar las cosas bien. Ni de arreglarme bien, ni de dormir bien, ni de tener un órden en mis cosas, en mi ropa, en nada. Ni en mi vida. No me doy el tiempo ni siquiera de pensar en los planes que teníamos en dónde estoy, el porqué me olvidé de mis sueños, en los mejores amigos a los que ya no he visto, tiempo de disfrutar a mi mamá porque llego tarde, de salir a pasear a mi perro porque ya estoy cansada, de ver a mi familia y a mis primitos que están creciendo rapidísimo porque tengo cosas que hacer con mis amigos. Me dolió mucho que mi tía me dijera que se extrañaba de que tuviera tiempo de ir a comer con ella. Todo eso que estoy dejando por querer andar en todo y hacer lo que quiero.

Esto lo descubrí gracias a una platica que tuve con mi amigo el viernes tirados en el pasto del CNA con el eurojazz de fondo. I've changed, and it seems like I'm running so fast it even seems i'm running AWAY. Creo que no sé de qué, pero lo intuyo. Antes estaba segura de a dónde iba, con quién iría y quién era.

Creo que es vital el vivir el día a día; pero tener una visión que, sin que te quite el sabor de vivir el día a día, te haga saber que vas caminando y con rumbo.


Can't pretend I don't see you or listen to you. I know you have great things for me, let's get back in business.