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"A nadie le faltan fuerzas; lo que a muchísimos les falta es voluntad'' -Victor Hugo


Hoy me cayó uno de los 'veintes' más importantes. Aunque siempre he oido decir que ''si se quiere se puede'', creo que las cosas que he anhelado y logrado alcanzar no han sido precisamente por tener este principio en mente. 

Estos últimos días me he causado infinidad de problemas, y he cerrado puertas de suma importancia, por no haber hecho ciertas cosas que tenía que hacer. ¿El motivo? no 'querer' y no 'tener' las ganas.  Dichos motivos son nada válidos y, de un modo estúpido simplemente opté por no llevar a cabo lo que tenía que llevar a cabo. Me enfoqué en mil y un cosas con menor prioridad e importancia y simplemente 'no tuve ganas' de hacer las otras cosas, esas otras cosas esas que sí debo de hacer y que sí son importantes. También lo veo como que ''dejé lo más por lo menos'' no puedo seguir perdiendo lo importante por lo que no vale tanto. Debo hacer notar que no hablo, gracias a Dios, de haber dejado de hacer cosas con repercusiones eternas por hacer cosas efímeras y vanas. Más bien hablo de las obligaciones, o de esas cosas que debemos hacer por la gente a la que amamos. No es posible estar  preocupada, y ocupada, por gente que no ha trascendido, y a lo mejor no trascenderá, tanto en mi vida, en vez de cumplir con esas personas más importantes y cercanas.

He de comenzar a poner orden y remendar las cosas que ya descompuse por mi ineptitud, e incluso, mala mayordomía. Obviamente las consecuencias harán su aparición en su tiempo, pero siempre es tiempo de poner en orden las prioridades y cambiar la manera de actuar. Lo pasado no verlo, mas que para aprender de ello para no repetirlo...

Por ahora sólo he de concluir expresando (con el fin de que yo misma lo digiera como lo establecí en el propósito de este blog) que sí ya sé que querer es poder, más vale querer y, ni siquiera pensar en las ganas, si las tengo o no se vuelve irrelevante, principalmente cuando ya tuve un recuento de daños y no puedo  continuar así perdiendo más cosas que son tan valiosas y trascendentales.


 

Creo que lo necesito...

Por fin decidí escribir, algo para lo que creo que no soy buena. Sin embargo, creo que lo necesito, pues para escribir algo primero tienes que asentar y estructurar bien lo que piensas y lo que vas a expresar. 

Por ahora, siento que no sé nada de nada. Sólo busco un sílbido apacible, SU sílbido apacible. Tengo una visión, me imagino hacia donde voy, pero, ¡quiero tanto! que no sé por dónde empezar. Por un lado me preocupo en el aquí y ahora, pienso en lo importante que es y, de un momento a otro lo efímero. Es entonces cuando empiezo a pensar en lo eterno, en lo que perdura, en lo que no se va. Y me encuentro perdida entre lo eterno y lo efímero. No sé cuál 'atender' primero o cómo 'atenderlo'. A ratos radicalizo y, uno tiene toda mi atención, a ratos, el otro. Al final sé que los dos cuentan, de hecho, uno es consecuencia del otro. 

No quiero pensar más, huyo, estoy cansada. Pensaré mañana a primera hora, debo terminar de poner orden en lo físico, mental y espiritual antes de que comience una nueva página...